Para realizar un completo análisis y ordenar la información, lo primero que debemos preguntarnos es ¿qué quiero saber? y ¿para qué lo quiero saber?. Conocer lo que está funcionando correctamente en tu activo digital y lo que no, nos permite investigar y conocer de qué forma podemos solucionarlo o mejorarlo.
Debemos establecer los objetivos de análisis según la naturaleza del activo, es decir, no es lo mismo analizar una campaña de SEM, una de Mailing o una landing page.
Una vez establecidos el objetivo de análisis, debemos seleccionar la herramienta o las herramientas que nos permitan ofrecer la mejor solución a las necesidades del cliente.
Realizar un análisis de los datos, no se trata de esperar a que la información sea recogida y posteriormente analizada y presentada, sino que es de suma importancia poder detectar vulnerabilidades a tiempo y ser capaz de detectar posibles desviaciones de los objetivos y actuar acorde a ello.
De nada sirve, analizar el dato y recomendar mejoras a tiempo si no se efectúan por parte del cliente. Se trata de un aporte de valor para la organización, el cual debe ser aprovechado para observar mejoras respecto a la conversión definida.